jueves, 20 de marzo de 2008

A mi mejor regalo...


Pedro querido,

la falta de tu sonrisa y el llanto en tu enfermedad, remeció nuestros pisos y abrió nuestros ojos a entender el más lindo de los mensajes que has traído en tu diminuta humanidad: todo en esta vida es regalo. La salud, la familia, el pan que comemos y la primavera que saluda, todo es parte de este gran regalo que se nos ha dado con la vida misma.

Antes de este virus violento que atacó tus pulmones enanos, asumíamos tus sonrisas, así como asumíamos todo lo demás. Verte sufrir, verte llorar y desconocerte en el actuar, nos planteó frente a la humildad de ser lo poco que somos, abriendo nuestros corazones a la gratuidad de vivir como vivimos.

Tú, tus movimientos, tu cantar y tu aullar, tus carcajadas y tu dulce despertar, todo en ti y de ti no es más que el mejor de los regalos dentro de este gran regalo que ha sido hasta hoy vivir.

Gracias por estar!

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